viernes, 28 de mayo de 2010

Caras conocidas

Hoy pasé por donde me perdí antes de encontrarte, el día que nos conocimos.
La gente era igual, el clima era el mismo.
No sé si existe el destino, si hay un dios;
pero nos hallamos mutuamente y lo entendimos,
nos cruzamos y estallamos en certezas,
y soy tan feliz cuando vivo de esos recuerdos.
Caminar aquella cuadra y sentarme en esa esquina de nuevo.
"Qué ganas de volver a verte", qué rápido pasa el tiempo -pensar que una vez fuí tuya, y aún lo sigo siendo-.





jueves, 20 de mayo de 2010



Recuerdo - Ismael Serrano



No me atrevo a decir nada, no estoy seguro;
aunque esos ojos, sin duda, son los tuyos...
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.

Pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas... no, no teníamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas
tú.

En las noches vacías en que regreso solo y malherido,
todavía me arrepiento de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
Y ahora que te encuentro, veo que aún arde la llama que encendiste.
Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo,
para amarte.
Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y, tal vez, recordarte que
antes de rendirnos fuimos eternos.




martes, 18 de mayo de 2010






"Nunca dejes de buscarme; la excusa más cobarde es culpar al destino."







P.d: Cerré el Facebook para siempre.


.

martes, 11 de mayo de 2010

Unos días de reposo, acostumbramiento, pero hoy me siento enamorada de Buenos Aires.





Añoro tu calor, tu voz infinita, tus manos. ¿Cómo le explico a mi corazón esta soledad de nueve grados?
Jamás sabré por qué ansiamos ser grandes cuando criaturas, si el paso del tiempo supone una esclavitud cada vez mayor hacia la percepción inocente que tenemos sobre él. Y ahora, de grandes, ya no nos gustan tantas cosas... Aún así me gustan tu piel y tu olor, y el enigma de tus ojos, que nunca me dijo su nombre.

Hace frío y sostengo nuestro mundo bajo las sábanas, porque ya no sé qué besos he guardado en él y cuáles retengo sobre mis labios.