martes, 11 de mayo de 2010

Unos días de reposo, acostumbramiento, pero hoy me siento enamorada de Buenos Aires.





Añoro tu calor, tu voz infinita, tus manos. ¿Cómo le explico a mi corazón esta soledad de nueve grados?
Jamás sabré por qué ansiamos ser grandes cuando criaturas, si el paso del tiempo supone una esclavitud cada vez mayor hacia la percepción inocente que tenemos sobre él. Y ahora, de grandes, ya no nos gustan tantas cosas... Aún así me gustan tu piel y tu olor, y el enigma de tus ojos, que nunca me dijo su nombre.

Hace frío y sostengo nuestro mundo bajo las sábanas, porque ya no sé qué besos he guardado en él y cuáles retengo sobre mis labios.

3 comentarios:

  1. ¡Qué lindo estás escribiendo Dani!

    ResponderEliminar
  2. Danuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.u.u.u.u..uu..uu
    me arreglaron la pc,
    aver para cuando noticias de vos,
    te qiero.

    ResponderEliminar
  3. Y por què te pensàs que te estoy tratando de ubicar?,.
    te qiero.

    ResponderEliminar